El estado invitado de honor del 52 Festival Internacional Cervantino, Oaxaca, ha demostrado en los últimos días parte de su cultura dancística, musical y teatral. Pero eso no es todo lo que la comunidad oaxaqueña ofrece culturalmente hablando, ya que también cuenta con actos y proyectos de circo y maroma. Espectáculos que forman parte de la identidad de sus pueblos originarios.
Los Pastitos recibieron tres propuestas de circo oaxaqueño. Primero, hizo su participación con los Comuneros del Viento de Santa María Tlahuitoltepec, quienes entraron a la explanada encabezados por la Banda Filarmónica Në’äm, dirigida por Federico Hernández.
Este grupo de maromeros, fundado en 1990 por Roberto Pérez Martínez, desplegó una buena parte de su repertorio entre los que están la escalera mágica, la cuerda tensa, el cuadro de trapecio, el dientudo, la campana, el codo, la nuca y los inseparables.
Después, ya con el sol más tenue, se presentó la función del grupo Maroma de San Miguel Amatitlán, quienes llevan en hombros una tradición que ha sobrevivido más de un siglo, por lo que quieren “dejar a las nuevas generaciones el amor por el circo campesino para que no se pierda”, así lo asegura el alma de la compañía, Alfonso Jiménez, quien a sus 68 años sube al trapecio a realizar sus actos.
El mediodía de este jueves el público cervantino presenció una maroma familiar integrada por cuatro generaciones. Tuvo una actuación muy completa, pues ofreció una introducción, trabajo de altura, intermedio con pantomimas y cantadas, además de actos de equilibrio.
El circo contemporáneo de Circo Plantae cerró la actividad en Los Pastitos con un espectáculo unipersonal, protagonizado por David Orozco, actor y equilibrista especializado en cable tenso. En su actuación llevó al copioso público a través de una narrativa apoyada en la mímica, el malabar y el equilibrio para concluir con la idea de que “para llegar al centro de la existencia es necesario perder el equilibrio”.
Arte circense mexicano impulsa el talento femenino
Los espectáculos presentados este jueves se encargan de impulsar el talento femenino de las integrantes de cada uno de los grupos, quienes además ponen en alto el trabajo de sus compañeras. Tan sólo, en Circo Plantae, Jade Zerón, es la responsable de dirigir la puesta en escena.
Por su parte, Maroma San Miguel Amatitlán, se enorgullece de presentar el talento femenino en su conjunto, pues ello resguarda una tradición que se ha conservado por décadas.
Finalmente Comuneros del Viento de Santa María Tlahuitoltepec, se caracteriza por tener una mayor presencia femenina en su espectáculo favoreciendo así la equidad de género.
El Festival Internacional Cervantino continúa. Para consultar las actividades de la edición 52, consulta festivalcervantino.gob.mx o la aplicación móvil Cervantino.